El Salón del Manga de Barcelona se llena de mangakas, otakus y katanas

El Salón del Manga Barcelona celebró su 31ª edición en la Fira Gran Vía, arrancando el viernes y con actividad prevista hasta el 8 de julio. El recinto se ha convertido en un auténtico desfile de espadas: cientos de visitantes portan katanas como parte de su disfraz, y algunos llegan incluso con tres, siempre bajo la premisa de que son meros accesorios. Entre los cosplayers más llamativos destaca el fan que recrea a Roronoa Zoro, el espadachín de la Gran Flota de los Sombreros de Paja, vestido con un abrigo verde largo y una banda negra al brazo.

Otros ejemplos de la creatividad en el salón incluyen al joven con el pelo plateado en punta y el ojo tapado que encarna al ninja Kakashi Hatake de *Naruto*, la chica que interpreta a Erza Scarlet de *Fairy Tail* con una brillante armadura pectoral, y la “novia” de *Kill Bill* (Beatrix Kiddo) que lleva su icónica katana. No faltan tampoco los personajes más inesperados: un cosplayer que se hace pasar por el ciborg motociclista Takeshi Hongo de *Kamen Rider*, otro que combina una serpiente enrollada con la katana de Obanai Iguro, y una joven con un bumerán gigante que, según ella, es Sango de *Inuyasha*, ataviada con un mono negro, faja roja y detalles de armadura rosa.

El punto culminante de la jornada, al menos para este reportero, fue la presencia de la escultural “ángel” Angeswoman de *Digimon Venture*, cuya figura alada de ocho plumas blancísimas dejó a los visitantes embobados mientras posaba para fotos.

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Autor destacado: Tsutomu Takahashi y sus obras

La edición contó también con la participación de renombrados creadores de manga. Entre ellos, el ilustrador Gou Tanabe, conocido por sus adaptaciones de H. P. Lovecraft publicadas por Planeta Comic; el guionista Kazuki Nakashima, autor de series como *Gurren Lagann*, *Kill la Kill* y *Promare*; y el director de anime Shinishiro Watanabe, que sostuvo una animada charla sobre su película *Lazarus* y la colaboración con el director de *John Wick*, Ch Stahelaski. Watanabe también elogió la animación tradicional y recomendó la banda japonesa Yellow Magic Orchestra.

Sin embargo, fue la entrevista con el polifacético Tsutomu Takahashi la que más llamó la atención. El autor, que publica con Norma, presentó un recorrido por sus últimas series: Neun, ambientada en la Alemania nazi y centrada en niños creados como descendencia de Hitler; Detonation Island, inspirada en sus vivencias como miembro de una banda de bosozoku en los años 80; Black Box, que explora el mundo del boxeo; Rosie, sobre un taller de reparación de guitarras eléctricas; y Jumbo Max, que sigue a un antihéroe calvo involucrado en el negocio de fármacos para la disfunción eréctil.

Claves de la entrevista

  • El manga deportivo marcó su infancia y considera que dibujar está al alcance de cualquiera.
  • Explica que la diferencia entre cine y manga radica en que el cine se centra en el «qué», mientras que el manga profundiza en el «cómo».
  • Describe su método de trabajo con tinta diluida, guiado por el azar, lo que aporta una “calidad impredecible” y una “pequeña imperfección” deseada.
  • Subraya la presión del ritmo de publicación en Japón, donde los autores deben pasar del boceto al kiosco en menos de dos semanas.
  • Defiende que sus obras no son “oscuras” por intención, sino por reflejar la realidad de la sociedad japonesa.
  • Sobre *Neun*, señala que el uso de iconografía nazi se limita a la documentación histórica, sin glorificar el régimen, y menciona como referencia visual los documentales de Leni Riefenstahl.
  • En tono jocoso, advierte que al llegar a los cincuenta años se comprenderá mejor la temática de *Jumbo Max*.

Más allá de los paneles y las firmas, el Salón del Manga ofrece una amplia gama de actividades: puestos de manga de todo tipo, conciertos de artistas japoneses, talleres de dibujo para todas las edades, pruebas de “orejitas” peludas, venta de kimonos y perfumes inspirados en *Zelda*, charlas con mangakas, clases rápidas de japonés, e incluso la posibilidad de consultar el alquiler de pisos en Tokio. Los visitantes también pueden explorar la casa conmemorativa de Hello Kitty, la habitación de la mascota oficial Onachan, y participar en juegos como futbito bajo la tutela de *Oliver y Benji*, voleibol y ping‑pong.

La oferta gastronómica, predominantemente japonesa y oriental, está disponible en múltiples puestos, aunque encontrar un buen café y una “malena” (bebida típica) puede requerir un poco de búsqueda.

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