El misterioso óvalo dorado que cambiará tu vida
Un huésped de un hotel de cuatro estrellas en Valencia protagonizó un insólito episodio que combina intentos de suicidio y una curiosa obsesión por la perfección del huevo frito. El hombre llegó al centro de la ciudad por motivos laborales, llevando únicamente un pijama, una muda de ropa y una caja de ansiolíticos con la intención de consumirse una sobredosis en la habitación del hotel.
Detalles del incidente
Según testigos, el visitante tomó la decisión de intentar suicidarse en el establecimiento porque consideraba que hacerlo en su domicilio era "de mal gusto". Calculó que bastarían cincuenta pastillas de un miligramo para lograrlo, pero, al llegar al momento, comenzó a ingerirlas de forma pausada, contando cada comprimido como si fuera una frase ("esta por mamá, esta por papá..."). Tras la séptima pastilla, el hombre se quedó dormido y permaneció en estado de inconsciencia durante aproximadamente un día y medio. Al despertar, manifestó sentirse descansado y expresó una extraña satisfacción por no haber conseguido consumar el acto.
Durante su estancia, el huésped desayunó en el bufé del hotel, donde quedó sorprendido por la calidad del huevo frito preparado al instante por un cocinero con vestuario típico de película. El relato del propio cliente describió la escena como una "obra de orfebrería orgánica", señalando que el huevo había sido tan perfecto que le hizo reflexionar sobre la posibilidad de suicidarse con la misma precisión.
Al terminar su desayuno, el hombre tomó un café y, tras agradecer por el regalo culinario, se dirigió al ascensor con la intención de regresar a su habitación para consumar el suicidio. Sin embargo, cambió de idea y decidió primero aprender a freír un huevo, mostrando una clara falta de motivación para llevar a cabo el plan.
El personal del hotel, al percibir la situación, intervino y ofreció ayuda psicológica al cliente, quien fue derivado a servicios de salud mental. Las autoridades locales fueron notificadas y el caso sigue bajo vigilancia para garantizar la seguridad del individuo y de otros huéspedes.
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