Cómo conseguir que tu perro o gato sea feliz cuando no estás en casa

Pasar varias horas fuera de casa sin la compañía de su mascota puede generar malestar y problemas de conducta en perros y gatos. Por ello, los expertos recomiendan implementar estrategias de enriquecimiento ambiental que mantengan al animal estimulado física, mental y socialmente durante la ausencia de sus dueños.

João Pedro Monteiro, profesor en la Cooperativa de Enseñanza Superior Politécnica y Universitaria de Gandra (Portugal), explica que “es fundamental garantizar el bienestar físico y emocional del animal, sobre todo en ausencias prolongadas. Establecer una rutina que ofrezca estimulación diaria según las necesidades de cada especie ayuda a prevenir el aburrimiento y la ansiedad”. Según el especialista, una ausencia de aproximadamente ocho horas ya requiere medidas preventivas para evitar conductas destructivas como morder muebles o romper objetos.

Estrategias de enriquecimiento para perros y gatos

Para mantener a los animales ocupados y felices, se pueden aplicar diversas técnicas:

• Utilizar dispensadores de comida tipo puzle o juguetes interactivos que obliguen al animal a resolver una tarea para obtener la recompensa.
• Emplear feromonas sintéticas, que actúan como calmantes y reducen la ansiedad en situaciones de separación.
• Realizar ejercicio físico antes de salir, mediante paseos o juegos que permitan al perro o gato gastar energía y descansar más tranquilamente después.
• Garantizar agua fresca, alimento disponible y una zona de descanso cómoda y segura.
• Reproducir sonidos familiares, como música relajante o grabaciones de la voz de los dueños leyendo un cuento.
• Dejar objetos con el olor del propietario, por ejemplo una camiseta con la que haya dormido.
• Encender la televisión; a los gatos les atraen los videos de peces o acuarios, mientras que existen canales diseñados para perros que consideran su visión y percepción de colores.

Stefania Pineda, especialista en medicina del comportamiento animal y profesora del Departamento de Producción Animal de la Universidad Complutense de Madrid, destaca que “estos estímulos auditivos y visuales crean una sensación de compañía que ayuda a reducir el estrés del animal mientras está solo”.

Los perros y los gatos presentan diferencias marcadas en sus necesidades. Monteiro señala que “los perros son más sociales y exploradores; requieren ejercicio y estimulación cognitiva, que se logra fácilmente con paseos donde puedan olfatear”. En contraste, los gatos necesitan un entorno que favorezca su comportamiento territorial y depredador, con plataformas elevadas, rascadores, juguetes específicos y lugares para esconderse y descansar.

Cuando un animal muestra signos de angustia al quedarse solo, la causa suele ser la percepción de abandono. “El animal no comprende que el propietario volverá, lo que puede desencadenar una crisis emocional y, en casos extremos, ansiedad por separación, manifestada con ladridos, maullidos excesivos o incontinencia”, aclara Pineda. La experta advierte que introducir otro animal no siempre es la solución, ya que en muchos casos ambos pueden desarrollar la misma ansiedad; sin embargo, en determinadas situaciones sí puede resultar beneficioso.

Observar el comportamiento del animal es clave para adaptar la estrategia adecuada. “Algunos perros prefieren que se les avise antes de la partida, mientras que a otros les resulta menos estresante que se les deje un objeto familiar sin explicación previa”, comenta la experta. Asimismo, la única forma de conocer con certeza la reacción del animal durante la ausencia es grabarlo, lo que permite identificar momentos de nerviosismo y patrones de comportamiento como lloriqueos o destrozos.

En términos generales, los gatos suelen tolerar mejor la soledad debido a su naturaleza menos dependiente, aunque el temperamento individual y las experiencias previas influyen significativamente. Monteiro concluye que “los perros, al ser una especie socialmente dependiente, tienden a gestionar peor la ausencia prolongada, por lo que requieren una atención más cuidadosa y medidas de enriquecimiento más intensas”.