El Congreso inicia el debate arancelario con Asia para elevar los ingresos y facilitar el camino al TMEC

El gobierno de Claudia Sheinbaum presentará un nuevo arancel a más de 1 400 productos provenientes de Asia, mientras busca preservar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), que respalda un intercambio comercial superior a los 800 000 millones de dólares anuales entre México y Estados Unidos.

Detalles de la propuesta tarifaria

El proyecto de incremento de aranceles será discutido este lunes en la Comisión de Economía de la Cámara de Diputados, con la intención de aprobarse en el pleno de forma inmediata. Según el texto, las nuevas tarifas oscilarán entre el 7 % y el 50 % y se aplicarán a productos de los siguientes sectores:

  • Automotriz y autopartes
  • Textil, ropa y calzado
  • Plásticos y productos de aluminio
  • Acero y siderúrgicos
  • Electrodomésticos y aparatos electrónicos
  • Juguetes y muebles
  • Marroquinería, papel y cartón
  • Motocicletas, remolques y vidrio
  • Jabones, perfumes y cosméticos

Los aranceles se aplicarán a bienes originarios de países que no cuenten con un Tratado de Libre Comercio con México, entre los que se incluyen China, Corea del Sur, India, Vietnam y Tailandia. Tras mesas de trabajo con representantes del sector empresarial, el Poder Legislativo redujo algunas de las tarifas respecto a la propuesta original del Ejecutivo, que contemplaba un arancel inicial del 50 % para la mayoría de los productos.

El objetivo oficial del Gobierno es equilibrar la industria nacional frente a la competencia externa, estimular la producción local y fomentar la sustitución de importaciones, fortaleciendo así las cadenas de valor mexicanas.

Desde el punto de vista fiscal, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas estima que las nuevas tarifas podrían generar alrededor de 52 000 millones de dólares de ingresos adicionales al erario, lo que aliviaría la desaceleración de la economía mexicana y contribuiría a la sostenibilidad de las finanzas públicas.

El proyecto también incluye una revisión del TMEC, cuyo próximo gran examen está programado para julio de 2026. México exporta más del 80 % de sus productos a Estados Unidos, y a pesar de los aranceles estadounidenses sobre acero, aluminio, cobre, automóviles y otros bienes fuera del TMEC, el flujo comercial binacional ha seguido en aumento durante el presente año.

El país atraviesa una fase de desaceleración económica, con una caída en la inversión pública y privada. Por ello, el cálculo del impacto recaudatorio del nuevo muro arancelario sobre los productos asiáticos es crucial para la administración de Sheinbaum.

En 2023, México importó más de 129 000 millones de dólares de China, mientras que sus exportaciones al país asiático rondan los 9 000 millones de dólares, lo que evidencia un desequilibrio comercial significativo. La medida busca corregir esa brecha, aunque industriales y analistas advierten que una implementación abrupta podría elevar los costos de producción y reducir la competitividad de las empresas mexicanas.

Rolf Laborde, experto en comercio internacional del CIDE, señala que, si bien la iniciativa se alinea con la estrategia proteccionista de Estados Unidos y con la integración regional, representa un reto para el sector productivo local, que deberá ajustar sus costos o buscar nuevos proveedores, como Japón, a precios más elevados.

El Centro de Estudios de las Finanzas advierte que los aranceles son, en última instancia, pagados por los consumidores, lo que implica una transferencia de recursos al Gobierno y a los productores nacionales. Por ello, recomienda que la aplicación de estas medidas sea temporal y calibrada, de modo que se minimice el impacto sobre los precios y no se desincentive la inversión interna y externa.

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