Clovis Salmon, una vida de ciclismo, cine y religión

La migración sigue siendo un fenómeno vigente, y dentro de ella destaca un caso emblemático de la generación Windrush: los caribeños que se establecieron en el Reino Unido entre los años cuarenta y setenta del siglo pasado.

Clovis Salmon, un testimonio de éxito y resistencia

Clovis Salmon nació en Jamaica en 1927 y, junto a su familia, reanudó su vida en el Londres de mediados de los años cincuenta. Tras haber dirigido su propio negocio en su país natal, se consolidó en el Reino Unido como fabricante de las ruedas de bicicleta más rápidas de la época, lo que le valió el apodo de “Sam the Wheels”. Autodidacta en la realización de documentales y diácono de una iglesia pentecostal del sur de Londres, Salmon combinó su faceta empresarial con la labor de registrar con una cámara Super‑8 los servicios religiosos de su comunidad.

En reconocimiento a su contribución cultural y social, el monarca le otorgó la Orden del Imperio Británico (OBE) en 2021. Ese mismo año, el Barbican Centre organizó una retrospectiva de su obra, durante la cual el propio Salmon ofreció su testimonio sobre los disturbios raciales de Brixton de 1981, señalando la falta de oportunidades y el racismo que aquejaban a la comunidad afrocaribeña.

El fallecimiento de Salmon en junio de 2024 ha reavivado el interés por su legado y su papel como documentalista comprometido. Pablo de la Chica, director de la serie “Infiltra en el búnker” (disponible en Prime Video), reflexiona sobre la responsabilidad del cineasta: “Hay un momento en que lo que narramos con la cámara nos atrapa y forma parte de nosotros. No podemos ser turistas emocionales si queremos contar bien la realidad”. Sobre el impacto de la obra de Salmon, añade: “Su trabajo quedará registrado en los libros de historia; sabía dónde entrar y, asumiendo el riesgo, decidió documentarlo”.

Javier Dampierre, editor, director y documentalista nacido en Miami y formado en la New York Film Academy, destaca la importancia del proceso de montaje: “El impacto emocional que generan esas imágenes en la primera visión es fundamental. Las decisiones narrativas y formales deben basarse en esas emociones iniciales para seleccionar testimonios y archivos que sustenten la estructura de la historia”.

El relato de Salmon ilustra cómo la vida en el Sur global, a menudo más resiliente y menos reconocida que la del Norte, encuentra en los ritos y la comunidad una forma de arraigo y sentido colectivo. Su labor documental, situada entre el periodismo y el cine, constituye una “maravillosa combinación” entre ambos géneros, según Dampierre, y encarna el principio del derecho a la información, como subraya de la Chica: “Lo importante es no mentir al espectador y transmitir una historia veraz”.

En su legado convergen tiempo, distancia y la belleza de una realidad cruda, recordándonos que el activismo, además de compromiso, requiere una enorme dosis de valentía y complicidad.

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