Tomar nota de Francia
El lunes, tras convocar una moción de confianza, el primer ministro de Francia, François Bayrou, presentó su dimisión. En el discurso en el que defendía su plan de recortes de 44.000 millones de euros, el mandatario dejó constancia de varios problemas estructurales que, según él, requieren una respuesta urgente.
Bayrou advirtió que la deuda pública se está volviendo insostenible y que el «peso de la deuda es tan restrictivo como una imposición militar», señalando que la capacidad de gobernar se ve cada vez más limitada. El ministro también denunció la caída del desempeño del sistema educativo francés, describiendo una “pérdida del dominio de los fundamentos de la escritura” entre los jóvenes.
Contexto político y económico
El plan de austeridad propuesto por Bayrou ha generado una fuerte oposición dentro del propio gobierno y entre los partidos de la coalición. La falta de acuerdos obligó al primer ministro a renunciar, convirtiéndose en el cuarto jefe de Gobierno que cae desde el inicio del segundo mandato de Emmanuel Macron.
Entre los factores que complican la situación se encuentran:
- El envejecimiento de la población francesa y el desequilibrio demográfico que ello conlleva.
- La necesidad de integrar a los inmigrantes, vista como una vía de salida para los desafíos estructurales de la economía europea.
- El deterioro de la economía alemana, que junto a Francia constituye los motores principales de la Unión Europea.
Estas dificultades se reflejan en un panorama de “impotencia y fracaso” que, según Bayrou, afecta a la capacidad de la UE para responder a sus problemas internos.
En el plano educativo, el ministro subrayó que la falta de competencias básicas en escritura compromete la capacidad de los jóvenes para comprender y participar en la sociedad. Francia, que históricamente ha sido un referente para España en materia educativa, ahora enfrenta una crisis que requiere medidas urgentes.
España, por su parte, ha registrado avances en la reducción de los bajos niveles educativos, según un reciente informe de la OCDE, aunque sigue liderando Europa en la proporción de jóvenes que abandonan la educación secundaria.
Políticamente, Bayrou no logró incorporar a otras fuerzas en su plan de reformas. Algunas formaciones se mostraron intransigentes y rehusaron cualquier negociación que implicara concesiones. La extrema derecha, liderada por Marine Le Pen, aprovechó la coyuntura para intensificar su discurso y reforzar sus posibilidades de llegar al poder, mientras que la izquierda, encabezada por Jean‑Luc Mélenchon, convocó movilizaciones bajo el lema “Bloqueemos todo”.
El escenario actual muestra una profunda fractura interna en Francia, que dificulta cualquier intento de estabilizar la situación tanto a nivel nacional como internacional.
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