Sánchez se aferra a la sanidad para salir de la última crisis del PSOE
Pedro Sánchez calificó la última semana como una “nueva ola infernal” para el Gobierno y, sobre todo, para el PSOE, tras la reaparición del escándalo que envuelve a Paco Salazar, uno de los miembros más influyentes de la dirección del partido. Las denuncias de acoso sexual contra el político surgieron en junio, cuando elDiario.es dio a conocer las primeras informaciones. Seis meses después, el partido no había establecido ningún contacto con las presuntas víctimas.

El final de año llega en un momento crítico para el Ejecutivo, que además de la ruptura con Junts enfrenta una solicitud de la Audiencia Nacional para que el PSOE entregue los justificantes de gastos de los últimos ocho años. Ante este panorama, Sánchez ha reiterado su defensa de la sanidad y la educación públicas frente a los procesos privatizadores impulsados por el PP, y ha anunciado una nueva ofensiva contra el caso del hospital de Torrejón, recientemente expuesto por el mismo medio.
Reacción del presidente y medidas anunciadas
El martes, Sánchez concedió una rueda de prensa en el Congreso, coincidiendo con el Día de la Constitución, y reconoció que el manejo del caso Salazar ha supuesto un “error” que el Gobierno debe subsanar. Admitió que no se contactó a las víctimas ni se les ofreció acompañamiento, pero insistió en que no se destituirá a ningún cargo y negó cualquier forma de connivencia con el presunto acosador, quien formaba parte cercana del entorno de la dirección del PSOE.
El presidente señaló que el PSOE no puede presentar una denuncia ante la Fiscalía sin el consentimiento de las víctimas, ya que las denuncias se realizaron de forma anónima. En su lugar, el partido ofrecerá todo el apoyo necesario, incluidos servicios legales, para que las denuncias se presenten de forma voluntaria.
En el mismo acto, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, reconoció que el caso “se ha gestionado muy mal” y que el partido no acompañó adecuadamente a las víctimas. La responsabilidad directa del presidente se centró en la falta de seguimiento por parte del comité antiacoso y de la secretaria de organización, Rebeca Torró.
El Gobierno anunció la creación de un plan de refuerzo del sistema antiacoso, que incluye nuevos recursos y la intención de cerrar el expediente del caso Salazar en el transcurso de la próxima semana, con el fin de adoptar medidas concretas y ofrecer acompañamiento a las víctimas.
En cuanto a la agenda legislativa, Sánchez afirmó que la coalición continuará trabajando en la defensa de la sanidad y la educación públicas, y que el Consejo de Ministros dedicará el próximo martes a la crisis del hospital de Torrejón, donde se investigan presuntas irregularidades en la gestión privada que habrían perjudicado a pacientes para obtener beneficios económicos.
El presidente también reiteró su confianza en que la legislatura tiene todavía margen para superar la crisis, recuperar la credibilidad del PSOE y afrontar las próximas campañas electorales autonómicas en Extremadura, Castilla‑León, Andalucía y Aragón, previstas para los próximos meses. Según Sánchez, los ciudadanos evaluarán la gestión completa del Gobierno en las elecciones generales de 2027 y no se dejarán influir únicamente por un caso judicial o un error aislado.

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