Los whatsapps de los bomberos de Castilla y León: Todos en base. Con cinco incendios a nivel 2
Los bomberos de Castilla y León han volcado en sus grupos de WhatsApp una profunda frustración ante la gestión de los incendios que ha azotado la comunidad este verano. Entre los mensajes, predominan la ira por la precariedad del sector y el asombro ante decisiones que consideran incomprensibles, como la imposición de paros mientras las llamas avanzan y la falta de liderazgo por parte de los técnicos de la Junta.
Los intercambios, que han sido recogidos por EL PAÍS, revelan una serie de quejas concretas: la ausencia de instrucciones claras por parte del puesto de mando (CPM), la escasez de medios y la inactividad de recursos disponibles. Un bombero comenta que “hay dos camiones de reserva en Sahechores, limpitos”, mientras otro indica que “seis autobombas están en base esperando órdenes que nunca llegan”.
Problemas de coordinación y falta de recursos
Los mensajes también evidencian la falta de coordinación en incidentes críticos. En Palencia, los bomberos preguntaron por el avance del incendio de Cardaño de Arriba y recibieron la respuesta de que estaban “formados y a la espera de que el CPM nos indique dónde ir, sin acceso ni medios”. En otro caso, un brigadista señaló que su propuesta de terminar la jornada antes para estar operativos desde la mañana fue rechazada dos veces, y ahora se le dice que “no hay medios”.
En el incendio de Porto de Sanabria (Zamora), la confusión se hizo patética: un bombero escribió a las 13:02 que “estamos a la espera de instrucciones desde las 8:30, vaya organización tiene el CPM”. Según los testimonios, la falta de personal técnico obligó a que un civil con experiencia en incendios asumiera la dirección del puesto de mando.
Los bomberos de la Brigada de Intervención Forestal (BRIF), adscrita al Ministerio para la Transición Ecológica, también expresaron su preocupación. Uno de sus miembros había pronosticado que el incendio de Molezuelas de la Carballeda superaría las 15.000 hectáreas; la cifra final alcanzó los 32.000. El mismo bombero denunció la ausencia de formación adecuada y describió la improvisación de un “curso de ocho horas en diez minutos” para conductores de bulldozer procedentes de canteras.
Ante la situación, se ha creado un espacio informal denominado “curilla pirata”, donde los bomberos comparten información y denuncian la falta de recursos, la escasa formación y la designación de personal inexperto para tareas críticas. La percepción general es que la gestión de los incendios está marcada por la improvisación, la escasez de medios y una cadena de mando que no responde con la rapidez y la capacidad que exigen los sucesos.
Mientras tanto, la administración regional ha defendido la “seguridad” y la “formación” del contingente, a pesar de la proliferación de ofertas de empleo que no exigen experiencia ni cualificación específica. Los bomberos, sin embargo, siguen señalando que la realidad en el terreno dista mucho de esas declaraciones, y advierten que la falta de preparación y recursos podría traducirse en consecuencias graves para la población y el medio ambiente.
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