La Generalitat encarga una auditoría ante las sospechas de que el virus de peste porcina escapara de un laboratorio público

La Generalitat ha encargado una auditoría al Instituto de Investigación y Tecnologia Agroalimentàries (IRTA) para que analice si es posible que el virus de la peste porcina africana (PPA) haya escapado de alguna de sus instalaciones. El estudio se centrará en el laboratorio del Centre de Recerca en Salut Animal (CReSA) y en otro centro de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) que se encuentran en la zona del brote, así como en el laboratorio del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol‑Can Ruti de Badalona, que también trabajaba con el patógeno.

La medida se produce después de que, este viernes, el Ministerio de Agricultura anunciara que investiga al CReSA, dependiente de la administración catalana, como posible origen de la infección. El presidente Salvador Illa ha indicado que ha pedido al conseller d’Agricultura, Òscar Ordeig – quien también preside el IRTA – una auditoría exhaustiva de todas las instalaciones que han manipulado el virus y una revisión de los protocolos de bioseguridad vigentes. “El Govern no descarta ninguna opción, pero tampoco la confirma”, declaró Illa.

Auditoría de los laboratorios implicados

Según Illa, solo unos pocos centros de la zona realizan investigaciones con la PPA, pero la precaución es máxima. El presidente ha subrayado que la auditoría se realizará “en el menor tiempo posible y con las máximas garantías de solvencia y seguridad”. El trabajo será llevado a cabo por un grupo de expertos, con la colaboración de la Comisión Europea y del Gobierno de España. Mientras tanto, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil cooperarán en la elaboración del informe sobre el origen del foco.

En las reuniones diarias de seguimiento celebradas en el Palau de la Generalitat, la dirección del IRTA ha manifestado haber actuado correctamente en todo momento y asegura no ser responsable de una posible fuga del virus.

El CReSA forma parte de la red de centros del IRTA y está ubicado dentro del campus de la Universitat Autònoma de Barcelona. Este laboratorio es una referencia europea en la investigación de la peste porcina africana, tanto en la esfera básica como aplicada.

En noviembre, el CReSA fue el primer centro que confirmó la presencia del patógeno en dos jabalíes muertos, al realizar los primeros análisis virológicos que detectaron la enfermedad. El instituto destaca su experiencia internacional en virología e inmunología de la PPA, así como su participación en el desarrollo y evaluación de vacunas y en estudios preclínicos relacionados con el virus.

Hace poco más de un mes, científicos del IRTA‑CReSA publicaron los resultados de un experimento en el que inocularon la cepa “Georgia 2007” a altas dosis en 20 cerdos, con el objetivo de estudiar la dinámica de la infección mediante inoculaciones intranasales de diferentes concentraciones.

La cepa Georgia 2007 es clave en la hipótesis de fuga de laboratorio, ya que los virus circulantes en la UE pertenecen a los grupos genéticos 2‑28, mientras que el virus detectado en España se asemeja al grupo 1, el mismo que circuló en Georgia en 2007 y que se utiliza frecuentemente en estudios experimentales.

El IRTA‑CReSA cuenta con laboratorios de bioseguridad nivel 2 y 3, equipados con protocolos de contención específicos para patógenos de riesgo moderado o potencialmente letal. El nivel más alto, bioseguridad 4, se reserva para agentes como el ébola.

En un estudio interno sobre el riesgo de entrada de la PPA en granjas porcinas catalanas, los investigadores identificaron siete vías potenciales de introducción (desde la importación de cerdos vivos hasta la contaminación por vehículos o el contacto con jabalíes), pero en ningún momento consideraron una fuga de laboratorio como una posibilidad.

Hasta la fecha se han confirmado 13 jabalíes infectados, y el virus no ha alcanzado ninguna de las granjas situadas dentro de la zona de seguridad de 20 km establecida por la Generalitat para contener el brote. En el foco amplio de 20 km se contabilizan 39 granjas; la Comisión Europea amplió posteriormente el perímetro a 91 municipios. El Departamento de Agricultura informó que el brote afecta ahora a 55 granjas, con un total de 80 000 cerdos.

El Govern ha acordado con el sector el sacrificio de 40 000 cerdos; el resto corresponde a cerdas de cría. Todas las explotaciones han sido sometidas a pruebas diagnósticas, que han resultado negativas para la peste porcina africana. La carne de los animales sacrificados será destinada al consumo interno en España y Europa, sin riesgo para la salud humana, según reiteró Illa.

La Generalitat tiene previsto lanzar en los próximos días un programa de ayudas económicas al sector porcino, cuyo acceso estará vinculado al mantenimiento del empleo.

Illa se ha desplazado al centro de mando avanzado de contención de la peste porcina, ubicado en Santa Perpètua de Mogoda, donde se ha desplegado a mil agentes de la policía, los Mossos d'Esquadra, la Guardia Civil, bomberos y personal de Protección Civil. Estas fuerzas están realizando controles fijos y patrullas móviles en un perímetro de 20 km alrededor de la sierra de Collserola, con un cinturón de seguridad más intensivo en los primeros seis kilómetros.

El comisario de los Mossos d'Esquadra, Francesc Parra, ha destacado el “comportamiento ejemplar” de la ciudadanía y ha señalado que no se ha impuesto ninguna multa por incumplir las normas de acceso. Las medidas de contención buscan evitar que el virus se propague fuera del área de control a través de ruedas de bicicletas, calzado o cualquier otro medio de transporte.

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