Vietnam prepara la evacuación de más de medio millón de personas por la llegada del tifón Kajiki
El tifón Kajiki, el quinto ciclón tropical de la temporada en el mar del Sur de China, se intensifica rápidamente y se dirige hacia la costa centro‑norte de Vietnam tras pasar por las aguas cercanas a la isla china de Hainan. Las autoridades de ambos países han activado planes de evacuación masiva y reforzado los dispositivos de emergencia para enfrentar el fenómeno.
Preparativos en Vietnam y China ante el tifón Kajiki
Según el Centro Nacional de Pronósticos Hidrometeorológicos de Vietnam, el viento podría alcanzar ráfagas de hasta 170 km/h antes de que el ciclón toque tierra a primera hora del lunes en la zona costera de Thanh Hoa a Quang Tri. Hasta el domingo se registraron vientos sostenidos de entre 118 y 149 km/h, con ráfagas que superaron los 167 km/h.
En Vietnam, se ha diseñado un plan de evacuación que contempla a 152 000 familias, lo que equivale a casi 587 000 personas, en las provincias costeras de Thanh Hoa, Hue y Quang Tri, así como en la ciudad de Da Nang, donde se prevé el primer contacto del tifón con tierra.
Las autoridades vietnamitas también han prohibido la salida de embarcaciones en siete provincias costeras y, hasta la mañana del domingo, la guardia fronteriza había advertido a cerca de 60 000 barcos, que transportan unos 249 000 tripulantes, para que eviten las zonas de riesgo. La aerolínea nacional Vietnam Airlines canceló alrededor de veinte vuelos, mientras que Vietjet anunció suspensiones y retrasos sin detallar cifras.
Se esperan lluvias torrenciales de 150 a 300 mm en gran parte del centro del país, con picos de 600‑700 mm en puntos aislados. Estas precipitaciones podrían desencadenar inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra, especialmente en el litoral central, donde el riesgo es elevado.
Impacto agrícola y de infraestructura
- ≈ 300 000 ha de arroz, 77 000 ha de frutales y 57 000 ha de caucho en la zona potencialmente afectada.
- Los embalses de la región operan al 70‑80 % de su capacidad; se están liberando aguas de forma preventiva para reducir el riesgo de desbordamientos.
El primer ministro vietnamita, Phan Minh Chinh, ha ordenado priorizar la seguridad de la población, posponer actividades no esenciales y movilizar todo el aparato político y militar. Hasta la fecha se han desplegado más de 346 000 efectivos y 8 200 vehículos, incluidos aviones, buques y unidades blindadas, para las operaciones de evacuación y rescate. El Ejército Popular de Vietnam ha puesto en alerta varias zonas militares y se han enviado 18 millones de mensajes de alerta a través de la aplicación Zalo.
Medidas adoptadas en China
En la provincia insular de Hainan, el ojo del tifón se ubicó este domingo a unos 210 km al sureste de Sanya, el principal destino turístico de la región. Las autoridades locales elevaron al nivel máximo la alerta y suspendieron todas las actividades comerciales, turísticas, el transporte público y las obras de construcción.
Según datos oficiales citados por la agencia estatal Xinhua, más de 30 000 embarcaciones pesqueras buscaron refugio en puertos y más de 21 000 tripulantes fueron evacuados a tierra firme. El gobierno provincial desplegó 83 equipos de rescate con un operativo de 2 821 personas y 264 vehículos.
La agencia meteorológica china pronostica lluvias de hasta 400 mm en Hainan y tormentas acompañadas de vientos huracanados en las provincias continentales de Guangdong y Guangxi. Se ha instado a la población a evitar desplazamientos, mantenerse alejada de áreas bajas y no acercarse a la costa.
El tifón Kajiki recuerda al devastador ciclón Yagi, que menos de un año atrás causó 300 muertos y daños por 3.300 millones de dólares en Vietnam. Ese evento puso en evidencia la vulnerabilidad del litoral central del país frente a fenómenos meteorológicos extremos y la necesidad de mejorar los sistemas de alerta y evacuación.
Desde julio, China ha sufrido lluvias récord en el norte y sur, que provocaron 295 fallecimientos y daños superiores a 7.200 millones de dólares, según el Ministerio de Gestión de Emergencias. Los expertos advierten que el calentamiento global está aumentando la frecuencia e intensidad de estas tormentas, poniendo a prueba la capacidad de respuesta de gobiernos y comunidades en la región.
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