María Guardiola se resiste a aclarar qué hará con Vox: otro capítulo de su relación en zigzag con la ultraderecha

María Guardiola, candidata del Partido Popular a la presidencia de la Junta de Extremadura, reiteró este lunes en Puebla de la Calzada que “siempre ha sido muy clara” respecto a sus límites en una posible negociación con Vox. La respuesta surgió tras la pregunta de los medios sobre si su compromiso de no “pasar por el aro” del partido de Santiago Abascal se traducía en una negativa rotunda a gobernar con ellos.

Guardiola indicó que los extremeños conocen “perfectamente cuáles son mis límites”, pero no precisó en qué consisten esos límites ni qué condiciones exigirá a Vox para cualquier posible apoyo. Al ser interpelada sobre la necesidad de pactar, dado que las encuestas no le otorgan mayoría absoluta, la líder regional respondió que “ninguna encuesta me daba que podía gobernar [en 2023] y llevo daños y medio”, evitando así una respuesta directa.

Recorrido de la relación entre María Guardiola y Vox (2023‑2024)

Desde la precampaña de las elecciones autonómicas del 28 de mayo de 2023, Guardiola se posicionó como una figura firme contra Vox, acusando al partido de “no respetar a mi tierra” y de buscar solo “ruido”. Tras el empate del PP y el PSOE el 28‑M, la candidata necesitó el apoyo de Vox para alcanzar la presidencia y, el 3 de junio, manifestó estar “dispuesta al mundo para llegar a acuerdos con Vox”. Sin embargo, la dirección nacional del partido ultraderechista mostró una actitud reacia.

El 19 de junio, Guardiola presentó una oferta a Vox que incluía bajas de impuestos, medidas de defensa del campo, ayudas a la natalidad y la derogación de la Ley de Memoria Histórica, además de ceder la presidencia de la Asamblea al partido, pero excluyéndolo del Gobierno.

Ante la negativa de Vox a aceptar la oferta, el 20 de junio Guardiola rechazó rotundamente la posibilidad de que integrantes de Vox ingresaran en el Ejecutivo, denunciando su posición frente a la violencia machista, la inmigración y los derechos LGTBI. Afirmó que, de no conseguir mayorías, “se iría a nuevas elecciones”. Además, criticó la participación de Vox en el Gobierno valenciano, diciendo que “en Extremadura no permitiría que un partido que viene a hacer ideología entre en el Gobierno”.

Tras la presión de la dirección nacional del PP, liderada por Alberto Núñez Feijóo, el 26 de junio Guardiola suavizó su discurso, describiendo como “imprescindible” mantener el respeto, el diálogo y el acuerdo con Vox, aunque mantuvo la intención de que cualquier pacto fuera programático y sin presencia de miembros de Abascal en su gabinete.

El 30 de junio, la candidata retiró su postura anterior y firmó un acuerdo de 60 puntos con Vox, que incluyó la cesión de la consejería de Gestión Forestal y Mundo Rural a la ganadera María del Camino Liria. Liria dimitió en octubre de 2023, siendo sustituida por Ignacio Higuero, exdirector general de la consejería. En julio de 2024, cuando Vox rompió la coalición con el PP en cinco comunidades, Higuero permaneció como consejero, aunque dimitió unos meses después tras la revelación de falsificaciones en su currículum.

El pacto también implicó la derogación de la Ley de Memoria Histórica el 9 de octubre, reemplazada por una “Ley de Concordia” que elimina referencias a la dictadura y al golpe de Estado, y amplía la definición de víctimas para incluir también a los afectados por el terrorismo.

A diferencia de otros dirigentes del PP, como Fernando López Miras en Murcia o Carlos Mazón y Juanfran Pérez Llorca en Valencia, Guardiola ha intentado distanciar su discurso de la retórica de Vox, aunque mantiene una apertura al pacto. En octubre, tras anunciar el “impulso electoral”, afirmó que “no hará cordones sanitarios”.

Actualmente, Guardiola sostiene que no “pasará por el aro” de Abascal, sin detallar en qué consistirá esa decisión. Si el PP no alcanza los 33 escaños necesarios para la mayoría absoluta, dependerá de la abstención o el voto favorable de Vox para que Guardiola continúe al frente de la Junta. Por su parte, Vox no ha especificado claramente sus exigencias ni ha descartado la posibilidad de entrar en el Gobierno, aunque se ha insinuado que el precio del acuerdo será superior al que pagó la Comunidad Valenciana al pactar con Pérez Llorca.

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