Joan Planellas, arzobispo de Tarragona: Querer obtener rédito electoral de la inmigración es una trampa
El arzobispo de Tarragona, Joan Planellas (69 años), ha encendido el debate sobre la postura de la Iglesia frente a la inmigración tras la polémica generada por la decisión del Partido Popular y Vox de impedir que la comunidad musulmana celebrara sus rituales religiosos en Jumilla (Murcia). En una entrevista concedida a El País, el prelado catalán recordó sus palabras “tres obviedes” y afirmó que “un xenófobo no puede ser un verdero cristiano”. Su discurso ha sido tomado como respuesta a los ataques de dirigentes políticos como Santiago Abascal (Vox) y Sílvia Orriols (Aliança Catalana), quienes utilizan la fe cristiana como bandera política.
Planellas explicó que ser un “verdero cristiano” significa amar el mensaje del Evangelio, amar al prójimo y procurar su felicidad. En su intervención subrayó que la declaración de la Conferencia Episcopal, que condenó los hechos de Jumilla como una forma de xenofobia —entendida como exclusión por motivos de raza, origen o religión—, cuenta con el respaldo de toda la Iglesia española.
Visión de la Iglesia sobre la migración y la convivencia
El arzobispo defendió que la doctrina cristiana no debe servir de arma política. “Utilizar el tema migratorio para obtener réditos es una trampa que busca dividir a la sociedad en dos bloques: cristianos por un lado y el resto por otro”, advirtió. Según Planellas, la polarización se alimenta del “mirarse el ombligo” y del rechazo al pluralismo, lo que genera tensiones que pueden derivar en problemas graves de convivencia, como los observados en Francia.
En cuanto al papel de la Iglesia en la esfera política, el clérigo sostuvo que los fieles pueden participar en la vida pública, pero la institución eclesiástica no debe adoptar una posición partidista. “La Iglesia debe responder a la realidad social, y la migración es uno de esos retos”, señaló, recordando el Concilio Provincial Tarraconense de 1995 como un paso para alejar a la Iglesia del nacionalcatolicismo y acercarla al Evangelio del Concilio Vaticano II.
Planellas también abordó temas internos de la Iglesia. En relación con la ordenación de mujeres, afirmó que es necesario impulsar su presencia en cargos de dirección y que el último Sínodo dejó abierta la posibilidad de la ordenación al ministerio, aunque depende del diálogo a nivel universal. Respecto al celibato, explicó que se trata de una “donación mayor” que busca una entrega total, aunque reconoce que el tema sigue vigente.
Sobre los escándalos de abuso sexual, el arzobispo reconoció los errores del pasado y el progreso reciente, insistiendo en la necesidad de pedagogía y formación para curas y catequistas. En caso de que un abusador sea identificado, Planellas aclaró que “no puede seguir trabajando en la Iglesia”, pero también destacó la importancia de acompañar tanto a la víctima como al agresor en procesos de reparación y reintegración, cuando sea posible.
Finalmente, el obispo expresó su confianza en el pontífice Francisco, describiéndolo como “más reservado pero continuista en los grandes temas”. Espera que la Iglesia continúe su compromiso con la migración y la justicia social, siguiendo el ejemplo de los papas anteriores que defendieron a los más vulnerables.
Deja una respuesta