Hipocresía con Ucrania
El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha reiterado su postura de mantener las restricciones al suministro y uso de armas de largo alcance por parte de Ucrania, lo que dificulta los ataques contra objetivos situados en territorio ruso. La medida, que se ha mantenido durante la administración anterior, se justifica con el argumento de evitar una escalada del conflicto, una posición que sigue compartiendo la actual administración estadounidense.
Durante los últimos meses, Washington ha bloqueado el envío de misiles de gran alcance a Kiev y ha impuesto límites estrictos a la utilización de sistemas de menor rango. Estas restricciones también afectan a los proyectiles europeos que incorporan tecnología estadounidense. Según el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, la “producción nacional” es la que permite realizar ataques como el reciente contra una terminal petrolera cerca de San Petersburgo.
Reacciones en Washington y en el frente diplomático
El vicepresidente de EE. UU., J. D. Vance, ha afirmado que la intervención de Trump en el conflicto ha generado “significativas concesiones” por parte del Kremlin en las negociaciones para poner fin a la guerra. Vance señaló que estos avances se producirían después de una controvertida cumbre entre Trump y el presidente ruso, Vladímir Putin, en Alaska, y de un supuesto intento de organizar un encuentro entre Putin y Zelenski, iniciativa que Moscú ha descartado rotundamente.
Rusia, por su parte, mantiene sus exigencias territoriales y busca integrar a las potencias que ofrezcan garantías de seguridad a Ucrania frente a futuras agresiones, aunque la situación sigue sin resolverse. En los actos celebrados ayer en Kiev, Canadá y Suecia anunciaron nuevos compromisos de apoyo a la soberanía e integridad territorial de Ucrania.
Los ataques ucranianos a infraestructuras energéticas rusas han reducido la producción de combustible del país a los niveles más bajos en doce años, una estrategia que, según los analistas, busca debilitar la capacidad militar de Moscú.
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