Zelenski se abre por primera vez a negociar una zona desmilitarizada en la región de Donbás

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, declaró este jueves que Estados Unidos y Rusia comparten exigencias clave para que Ucrania acepte un acuerdo que ponga fin al conflicto armado. Aunque la información no era un secreto, fue la primera vez que Zelenski la expresó públicamente.

Zelenski afirmó que el expresidente estadounidense Donald Trump se ha alineado con el presidente ruso Vladímir Putin para presionar a Ucrania a retirar sus fuerzas de la zona del Donbás, entre otras demandas conjuntas. Asimismo, el mandatario ucraniano indicó que, por primera vez, no descarta la posibilidad de que la desmilitarización sea cumplida por ambas partes.

Detalles del plan de paz propuesto por Estados Unidos

El debate sobre el plan de paz estadounidense comenzó el 21 de noviembre, cuando Zelenski pronunció un discurso a la nación en el que describió el momento como “uno de los más difíciles de la historia”. En esa ocasión, el presidente ucraniano señaló que el país podría enfrentarse a decisiones extremadamente complejas que podrían afectar su dignidad y la relación con sus aliados, especialmente Estados Unidos.

Según Zelenski, la administración de Trump recibió oficialmente el documento preliminar del plan de paz, que inicialmente constaba de 28 puntos y fue elaborado por Steve Witkoff, enviado del presidente estadounidense, y Kirill Dmitriev, asesor de confianza de Putin. La versión inicial fue percibida por Ucrania y sus aliados europeos como una humillación y una posible rendición del país invadido.

Tras tres semanas de negociaciones, el texto se redujo a 20 puntos. Kiev sigue rechazando la mayor parte de las concesiones exigidas por Washington y Moscú, aunque la Casa Blanca, según explicó Zelenski, mantiene demandas que coinciden con las del Kremlin. La más importante es la retirada de las tropas ucranianas del 25 % de la provincia de Donetsk, que aún controla. Rusia propone que ese territorio se convierta en una zona desmilitarizada, mientras que Estados Unidos lo denomina “zona económica libre”.

Zelenski señaló que aún se debe definir la forma de gobernar esa zona desmilitarizada. Una filtración del diario ucraniano ZN indica que la última versión del documento estadounidense elimina la exigencia de que Ucrania reconozca la soberanía rusa sobre Donbás y Crimea; el estatus de ambos territorios quedaría a determinar mediante vías diplomáticas.

El presidente ucraniano manifestó que “no podría aceptar” la retirada tal como está planteada, pero mostró disposición a discutirla. “Debemos continuar el diálogo y buscar soluciones recíprocas. Si una parte se retira cinco kilómetros, la otra también debe retroceder la misma distancia; lo mismo con diez kilómetros. Además, debería existir algún mecanismo de monitoreo, como ocurre en cualquier conflicto armado”, explicó Zelenski.

El asesor de Zelenski, Mijaíl Podoliak, reiteró en una entrevista con el diario francés Le Monde que “debe existir una zona desmilitarizada en ambos lados de la línea; es la forma natural de terminar el conflicto, aunque parte del territorio seguirá bajo ocupación rusa de facto”.

Yuri Ushakov, negociador de confianza de Putin con Estados Unidos, afirmó este viernes que Rusia seguirá considerando a Donbás como parte de la Federación Rusa, pero está dispuesta a crear una zona desmilitarizada bajo supervisión de la policía rusa o la Rosguardia, el equivalente ruso de la Guardia Civil.

En cuanto a la integración de Ucrania en la Unión Europea, el plan de 20 puntos contempla que la UE se comprometa a admitir a Ucrania como miembro en 2027. Actualmente, Ucrania es candidata desde junio de 2022, cuatro meses después del inicio de la invasión. De materializarse el plan, el país formaría parte del bloque comunitario en apenas cinco años, plazo que supera las estimaciones más optimistas de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que preveían una adhesión para 2030.

El jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, había señalado en 2024 que la incorporación de Ucrania presenta un componente político distintivo y que “decirle a Ucrania que tardará diez años rompería sus expectativas”. La posible adhesión anticipada, sin embargo, depende de la implementación de reformas exigidas por Bruselas.

Otro avance mencionado por Zelenski es el acuerdo implícito con Washington y Moscú para congelar el frente de guerra en las provincias de Jersón y Zaporiyia, parcialmente ocupadas por Rusia, y que el Kremlin se retire de los pequeños enclaves que controla en Sumy, Járkov y Dnipropetrovsk.

Sobre cualquier modificación del territorio nacional, Zelenski subrayó que debería ser ratificada mediante elecciones o referéndum, según el marco constitucional ucraniano. El presidente indicó que está dispuesto a considerar la convocatoria de comicios durante la guerra, una exigencia tanto de Trump como de Putin, siempre que se garantice la seguridad y se cumplan los requisitos legales del parlamento.

En el tema del alto el fuego, la Casa Blanca ha cambiado de posición: ahora propone que, antes de pactar una tregua, se firme el acuerdo de paz. Hasta hace poco, Washington, Kiev y sus aliados europeos exigían un alto el fuego previo a cualquier negociación. Sin un cese de hostilidades, la celebración de elecciones se consideraba imposible por parte de las autoridades ucranianas.

Respecto al control de la central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Ucrania, actualmente ocupada por Rusia, el documento de paz estadounidense propone que la planta sea gestionada por Estados Unidos, con la producción eléctrica repartida entre Rusia, Ucrania y la propia EE. UU. Zelenski indicó que este pacto sólo sería viable si se retira a la fuerza militar rusa de la central y se reconoce la titularidad ucraniana.

Finalmente, el plan aborda la cuestión del tamaño del ejército ucraniano tras la guerra. Mientras que Rusia había exigido un límite de 600 000 soldados, la versión revisada del documento establece un nuevo cupo de 800 000, cifra cercana a la actual. Zelenski afirmó que Ucrania acepta este límite.

Las negociaciones continúan y la iniciativa ahora recae sobre la Casa Blanca, tras el envío de la última revisión ucraniana del plan de paz. Trump, en una conversación con Zelenski al final del jueves, manifestó que “estábamos muy cerca de llegar a un acuerdo con Rusia y con Ucrania, salvo que el equipo de Zelenski prefiera prolongar el proceso”.

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