María Corina Machado critica el papel de España ante Venezuela: La historia juzgará

María Corina Machado, la dirigente opositaria venezolana y laureada con el Premio Nobel de la Paz de este año, llegó al Grand Hotel de Oslo y, menos de 48 horas después de desembarcar en la capital noruega, sostuvo una rueda de prensa ante ocho medios internacionales, entre ellos El País. En la entrevista, la política de 58 años describió las intensas horas que vivió al huir de Venezuela y el riesgo real que corrió por su vida.

Escapada y declaraciones en Oslo
“Fueron horas muy intensas; en varios momentos sentí que mi vida estaba en peligro”, afirmó Machado, quien mantuvo el silencio sobre los detalles logísticos de su salida del país, alegando “razones que ustedes bien conocen”. Según sus palabras, el trayecto incluyó la evasión de controles militares y un arriesgado viaje en lancha hacia la isla de Curazao, experiencia que describió como “uno de los momentos más espirituales” y atribuyó a la “mano de Dios”.
Machado subrayó que el movimiento opositor se encuentra en un momento decisivo: “La situación se está moviendo y acelerando cada día”. Añadió que el tiempo está del lado de la oposición y de los venezolanos, mientras que el régimen de Nicolás Muro enfrenta una creciente presión interna y externa.
En cuanto al papel de España, la dirigente reconoció el “respaldo del pueblo español” y la acogida de la diáspora venezolana, pero sostuvo que las acciones del Gobierno de Pedro Sánchez “no han sido suficientes frente a la crisis”. “La historia juzgará lo que ha faltado”, afirmó.
Respecto a la comunidad internacional, Machado pidió que, más allá de los valores de justicia y democracia, los países actúen “por razones pragmáticas, pero que cumplan con lo que les corresponde”. También elogió el apoyo de “grandes amigos” y la apertura de canales con representantes de “todo el espectro ideológico” en España.
Sobre sus próximos pasos, la laureada señaló que necesita tiempo para atender su salud y su familia, y que está evaluando “varias propuestas e invitaciones” sin precisar su contenido ni su origen. “Si tuviera todas las respuestas, ahora mismo no se las daría”, indicó.
Machado evitó pronunciarse sobre una posible intervención militar estadounidense, argumentando que no puede especular sobre las acciones de Washington. Sin embargo, recordó la narrativa de EE. UU. que denuncia la presencia de estructuras criminales en Venezuela y reiteró que “una de esas estructuras será desmantelada”.
En cuanto a la solución política, la opositora declaró que “el régimen tiene la opción de negociar”, aunque advirtió que el tiempo se agota para el gobierno de Muro. Añadió que el presidente electo Edmundo González Urrutia y ella han ofrecido “una transición negociada”, pero que los términos específicos aún no pueden ser divulgados públicamente.
Machado también abordó el futuro de un posible gobierno democrático, reconociendo los retos que implica la transición, como la incertidumbre sobre las finanzas públicas y el estado de los servicios. “No subestimamos la complejidad de este momento”, señaló.
Sobre el papel de las fuerzas armadas, sostuvo que “la inmensa mayoría de las Fuerzas Armadas y de la policía venezolanas acatarán las órdenes de los civiles electos”. Aseguró que se han identificado las amenazas y se ha planificado su desactivación para garantizar una transición pacífica y ordenada.
Con un tono optimista, Machado recordó la situación de hace seis meses y afirmó que “el 12 de diciembre estaremos hablando de cómo será el día después de que lleguemos al gobierno”. Añadió que Venezuela será un “milagro latinoamericano” y extendió esa visión a otros países de la región: “Cuba será libre, Nicaragua será libre”.

Deja una respuesta