¡Alza tu cabeza, eres un sirio libre!: festejos en Damasco por el primer aniversario de la caída del dictador Bachar el Asad

El 11 de octubre se conmemora el primer aniversario del derrocamiento del presidente sirio Bashar al‑Asad, quien huyó a Rusia hace un año para escapar de la ofensiva sorpresa lanzada por los rebeldes desde su último bastión en Idlib, en el noroeste del país. La convocatoria oficial se fijó para las 20:00 h (18:00 h en la península ibérica), pero desde primeras horas de la mañana multitudes de sirios se congregaron en plazas, calles y carreteras para celebrar la caída del régimen.

En la plaza de los Omeyas, en Damasco, escenario principal de la celebración, la concentración ha permanecido ininterrumpida desde la tarde. Cada minuto se escuchan petardos y fuegos artificiales, y el flujo de gente obliga a bloquear el paso en los accesos y en el puente que cruza la zona. Las imágenes aéreas muestran una masa humana inmensa; algunos manifestantes llevan rosas, otros bailan el tradicional dabke y varios portan una muñeca con la cara de al‑Asad colgada del cuello, símbolo de la “fiesta de la liberación”.

Celebraciones en Damasco y otras ciudades

El ambiente se asemeja a una gran fiesta popular: niños y adultos agitan banderas, pintan sus mejillas con los colores de la bandera siria, encienden petardos y hacen sonar los cláxones. También aparecen banderas de equipos de fútbol, como la del FC Barcelona, y banderas palestinas. Los cánticos combinan lemas patrióticos (“¡Uno, uno, uno, el pueblo sirio es uno!”) y consignas islamistas, recordando los gritos que surgieron la víspera cuando Siria y Palestina empataron en la Copa Árabe de la FIFA.

Además de Damasco, miles de personas se han reunido en otras ciudades clave, entre ellas Alepo, Deraa, Hama y Homs, donde también se celebraron masivos actos de júbilo en los últimos días, coincidiendo con la fecha de su liberación. En la zona norte‑este, donde operan las Fuerzas Democráticas Sirias, se prohibieron las concentraciones; sin embargo, el liderazgo de esa entidad emitió un mensaje de felicitación a todos los sirios por la caída de al‑Asad y pidió el fin del discurso de odio contra la población kurda.

Entre los asistentes destacan voces como la de Mirbat Zain, de 30 años, originaria de Damasco, quien llegó con su hijo para “mostrar al mundo que Siria está contenta y abre un nuevo capítulo en su historia”. Por su parte, Afraa Hakouk, de 28 años, que vivió la guerra en la zona rural bajo control del antiguo régimen, subrayó que “aún queda mucho por hacer después de 14 años de conflicto: la pobreza, la falta de electricidad y agua siguen siendo problemas graves, pero somos optimistas”.

Las autoridades sirias informaron que no se registraron incidentes durante las celebraciones. Sin embargo, mantuvieron una estricta seguridad, con filas kilométricas de soldados en los accesos y numerosos puestos de control en carreteras, ante el temor de que grupos nostálgicos del régimen intentaran perpetrar atentados.

El Gobierno ha promovido la efeméride mediante el envío masivo de mensajes de texto, carteles y anuncios, instando a la población a “completar la historia” iniciada con la caída del dictador. En un mensaje oficial se desaconsejó el disparo al aire como forma de celebración, para evitar “convertirse en víctimas de la liberación”. La Corporación Postal Siria lanzó una serie de sellos y una postal conmemorativa que estarán a la venta a partir del martes.

En la plaza de los Omeyas, la ceremonia incluyó una exhibición militar con paracaidistas y una visita del presidente Ahmed al‑Shara, quien asistió a la oración en la mezquita del mismo recinto vestido de uniforme militar. Al concluir, el mandatario prometió “reconstruir una Siria fuerte, acorde con su presente y su futuro, de norte a sur y de este a oeste”.

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