Subastado un exclusivo reloj de Francis Ford Coppola por un precio récord de 10,8 millones de dólares

Décadas de subastas ofrecen al público objetos que forman parte de la historia del cine y la música, pero pocas veces se ponen a la venta piezas pertenecientes a personalidades que todavía están vivas. La reciente subasta de la casa Phillips, celebrada en su salón de Park Avenue, Nueva York, rompió ese esquema: el legendario director Francis Ford Coppola vendió un reloj de su colección privada, alcanzando un precio récord de 10,8 millones de dólares en apenas once minutos de puja.

Un reloj único que combina cine y alta relojería

Se trata del F.P. Journe FFC Prototype, una pieza de lujo personalizada por la casa suiza F.P. Journe y co‑diseñada por Coppola. El reloj, único en su clase, muestra la hora mediante una sola mano humana, una innovación que la casa subastadora describió como “el primer reloj que muestra la hora con el uso de una sola mano”. Su configuración incluye puentes de acero, un anillo giratorio de minutos gris y una aguja de titanio tratada en negro, además de estar grabado con el nombre del director.

El Prototype formó parte de un lote de siete relojes presentados el 6 de diciembre, cuyo total alcanzó los 43,5 millones de dólares, el valor más alto registrado en una subasta de relojes en la historia de Estados Unidos. La venta del reloj de Coppola superó el récord anterior, establecido en 2017 por el Rolex Paul Newman Daytona vendido también por Phillips.

“Nos emocionó el resultado del F.P. Journe FFC Prototype de Francis Ford Coppola. La importancia de este reloj, que representa la colaboración creativa definitiva entre dos de las mentes más brillantes de la historia del cine y la relojería, es innegable”, declaró Paul Boutros, vicepresidente y director de relojes para América de Phillips, a The Hollywood Reporter. “Tuvimos interés de todo el mundo en los días previos a la venta, y fue maravilloso ver el merecido récord mundial conseguido en la sala de subastas de Phillips en Nueva York”.

Según la propia casa de subastas, alrededor de 2 000 personas se inscribieron para pujar, aunque la venta se cerró rápidamente tras la oferta anónima realizada por teléfono.

La colaboración entre Coppola y el maestro relojero François‑Pierre Journe comenzó en 2012, cuando el director le preguntó si era posible crear un reloj que mostrara las horas tal como los antiguos contaban el tiempo con los dedos. Journe aceptó el desafío, y tras siete años de desarrollo el proyecto dio sus frutos, convirtiéndose en una pieza única que, según la publicación de Phillips en Instagram el 26 de noviembre, “es graba con el nombre de Coppola y proviene directamente de la colección personal del director”.

En un video publicado junto a la noticia, se muestra a Coppola y a Journe conversando en Roma en octubre, la misma ciudad donde, en agosto, el director fue hospitalizado por un problema cardíaco. Cuando se le preguntó a Journe por qué estaba de acuerdo en vender uno de sus relojes, respondió: “Porque es Francis, me encantan sus películas y le oro”.

Otros relojes de la colección de Coppola también lograron cifras destacadas: el Chronomètre à Résonance FFC alcanzó los 584 500 dólares, y un Breguet se vendió por 15 veces su estimación mínima, subrayando el creciente interés de los coleccionistas por las piezas del aclamado cineasta.

“Los coleccionistas respondieron con entusiasmo a la oportunidad de adquirir los relojes personales de Francis Ford Coppola, logrando resultados estelares para los relojes del ícono de Hollywood. Desde el Prototipo FFC que batió récords hasta el Chronomètre à Résonance FFC que se disparó a 584 500 dólares, está claro que no se puede subestimar la admiración por el señor Coppola y su gusto por los relojes. Nos sentimos honrados de que nos haya confiado su colección”, afirmaron Boutros e Isabella Proia, encargada de ventas, en la nota de prensa de Phillips.

La necesidad de liquidar parte de su colección surge tras el revés financiero que sufrió Coppola con el estreno de Megalópolis (2024). La película, cuyo presupuesto ascendió a 120 millones de dólares, solo recaudó 14,4 millones a nivel mundial, pese a contar con actores como Adam Driver, Shia LaBeouf, Aubrey Plaza, Nathalie Emmanuel y Jon Voight. Coppola había financiado gran parte del proyecto con sus propios recursos.

En marzo, el director reveló sus dificultades económicas durante el podcast Tetragrammaton, confesando: “No tengo dinero porque invertí todo el dinero que pedí prestado para hacer Megalópolis. Básicamente se ha agotado. Creo que lo recuperaré en 15 o 20 años, pero ahora no lo tengo”. En una entrevista con The New York Times en octubre, confirmó que estaba poniendo a la venta varias piezas de su colección de relojes para “conseguir algo de dinero y mantener el barco a flote”.

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