Fallece Mamba, hembra de leopardo negro que vivía en el Bioparc de Valencia desde 2008

El Bioparc Valencia comunica con pesar el fallecimiento de Mamba, una leoparda negra que formó parte del Programa Europeo de Cría en Cautividad (EEP) del leopardo (Panthera pardus kotiya) desde 2008. La hembra, que alcanzó los 20 años, murió por insuficiencia renal vinculada a su avanzada edad, superando ampliamente la esperanza de vida media de la especie, que se sitúa entre 10 y 12 años en estado silvestre.

El equipo del parque se muestra “conmovido” por la pérdida de Mamba, pero también “satisfecho” por la calidad de los cuidados que recibió a lo largo de su vida, los cuales le permitieron disfrutar de una existencia plena y longeva.

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Detalles de la enfermedad y la eutanasia

Durante su permanencia en el Bioparc, la vigilancia constante del personal de cuidados y las revisiones veterinarias detectaron un tumor maligno. Gracias a dos intervenciones quirúrgicas exitosas, el tumor fue extirpado y la leoparda recuperó una buena condición de salud. Sin embargo, en los últimos meses, Mamba mostró un deterioro progresivo debido a las secuelas del tumor y al proceso natural de envejecimiento. La insuficiencia renal se manifestó de forma irreversible, provocando un evidente desgaste físico sin posibilidades de mejoría. Ante esta situación, el equipo tomó la dolorosa decisión de practicar la eutanasia para evitar sufrimientos innecesarios.

Datos relevantes sobre el leopardo negro

  • Los leopardos negros, a diferencia de lo que se cree, no son una especie distinta; se trata de leopardos (Panthera pardus) con melanismo, una mutación genética que oscurece su pelaje.
  • En condiciones de luz solar, las rosetas características del leopardo siguen siendo visibles, aunque con un tono más oscuro.
  • La especie está incluida en la Lista Roja de la UICN, con una reducción de población del 30 % en los últimos 23 años y desaparecida en 26 países donde antes habitaba.

El Bioparc Valencia, ubicado en el antiguo cauce del río Cabecera en la ciudad, ocupa 10 hectáreas y acoge a más de 100 especies africanas, entre ellas elefantes, jirafas, lémures, chimpancés y leopardos, muchas de las cuales están en peligro de extinción. La trayectoria de Mamba representa un ejemplo de los esfuerzos de conservación y bienestar animal que el parque lleva a cabo día a día.

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