Gala 13 y final de Operación Triunfo: el podium más justo en la edición menos atractiva

Ayer se cerró la edición 2025 de “Operación Triunfo”, el programa de telerrealidad musical que ha marcado la televisión española durante décadas. Tras tres meses de galas, el jurado anunció a los finalistas y, finalmente, a la ganadora del concurso, la zaragozana Naiara, cuyo estilo combina influencias de Mónica Naranjo, Rosalía y toques de B Gyal.

Desde su estreno, la temporada ha sido objeto de críticas por parte del público y la prensa especializada. Los espectadores han señalado la ausencia de los habituales “dramas” y “shippeos” que caracterizaban ediciones anteriores, así como la falta de momentos románticos o controversiales entre los concursantes. Esta falta de “salseo” ha sido percibida como un vacío que ha afectado la expectación y el seguimiento del programa.
Desempeño de los finalistas
Los tres finalistas fueron Naiara, Cristina y Olivia. Naiara, con una interpretación que recordó a la poderosa voz de Mónica Naranjo, buscó romper las listas de éxitos y consolidarse como una artista de referencia. Cristina destacó tanto por su calidad vocal como por su naturalidad y desparpajo en el escenario. Olivia, segunda clasificada, apostó por repertorio clásico, interpretando “It’s All Coming Back to Me” al estilo de Celine Dion.
Otros concursantes dejaron una huella notable durante la temporada. Tinho, quien sorprendió al público con su interpretación de “Lose Control” de Teddy Swims, se consolidó como una de las sorpresas más agradables del certamen. Guille Toledano, con su versión de “Haz lo que quieras conmigo” de Walls, fue elogiado por su crecimiento y consistencia vocal. Claudia Arenas, aunque no alcanzó la final, alcanzó más de 3,3 millones de reproducciones en su versión de “Latin Girl” de Emilia, demostrando el impacto de la plataforma en la carrera de los participantes.
El jurado, integrado por reconocidos artistas y profesionales del sector musical, mantuvo una línea firme en la valoración de los concursantes. Sin embargo, la ausencia de figuras de gran renombre como Risto Mejide, Buika o Mónica Naranjo, que habitualmente aportan dinamismo y contenido, fue señalada como una de las carencias de la edición.
En cuanto a la producción, los organizadores destacaron su compromiso con la salud mental de los participantes, implementando medidas de apoyo y seguimiento psicológico a lo largo del concurso. Esta política, que formó parte del proceso de selección de los jurados, fue una de las novedades más relevantes de la temporada.
El programa también enfrentó un notable nivel de críticas y “hate” en redes sociales, una constante en las producciones de telerrealidad. Los expertos sugieren que la gestión de estos comentarios debería incorporarse como una asignatura dentro de la academia del espectáculo, para preparar a los futuros artistas a enfrentar la exposición mediática.

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