Lolita Bosch relata la por de cada dia al Mèxic del segle XXI

El libro «Una vida normal, però tot és exactament a l’inrevés», de la escritora mexicana Lolita Bosch, se presenta como una crónica impactante de la violencia que azota al país desde principios del siglo XXI. A diferencia de lo que su título sugiere, la obra no relata una existencia cotidiana y apacible; al contrario, revela una vida temeraria, valiente y marcada por el drama humano cotidiano de la criminalidad narco‑violenta.

Publicada en 2011 por la editorial Grijalbo México, la obra se inscribe dentro del proyecto colectivo “Nuestra aparente rendición”, una compilación de testimonios de escritores, periodistas y activistas que documentan la cruda realidad del conflicto entre el narco y el Estado. La violencia se describe no sólo como episodios aislados, sino como una guerra declarada sin anuncio, donde la magnitud de los asesinatos y su brutalidad alcanzan una dimensión casi inimaginable.
Un retrato sin filtros de la inseguridad cotidiana
Bosch distingue entre el miedo puntual –el sobresalto de un ruido nocturno o un grito inesperado– y el miedo estructural, una condición permanente que se convierte en el “oxígeno vital” de la vida diaria. Según la autora, este miedo se ha convertido en la piel que cubre la existencia de los mexicanos, una respuesta natural ante la pérdida de control y la imprevisibilidad que caracteriza la violencia en el país.
El libro está repleto de relatos conmovedores y diálogos que marcan puntos de inflexión en la vida de sus protagonistas. Cada escena muestra decisiones cruciales que pueden definir el futuro de una persona, como si cada paso fuera una batalla en una guerra constante. Entre los momentos más destacados se encuentran los testimonios de secuestros, asesinatos arbitrarios y la lucha de organizaciones de ayuda que intentan ofrecer refugio y apoyo a los más afectados.
La autora también hace un llamado a la acción, señalando la necesidad de enfrentar un cambio estructural profundo para frenar la escalada de violencia. A través de su narrativa, Bosch expone la imposibilidad de acudir a la policía sin temor, la incertidumbre de tomar un taxi y la constante sensación de inseguridad que ha convertido la violencia en una realidad tangible, no en una mera fábula.
En el epílogo, Bosch relata el secuestro de su tía, una viajera frecuente en México, ofreciendo una descripción minuciosa y trepidante del episodio. Este relato, lejos de caer en melodrama, refleja la desesperación y la urgencia de denunciar un “mal sueño” inducido y mantenido por la violencia sistemática.

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