El laboratorio de Bellaterra experimentaba con el virus de la peste porcina africana cuando apareció el primer jabalí infectado a cientos de metros

Un informe de la Comisión Nacional de Bioseguridad, analizado por EL PAÍS, revela que el Centro de Investigación en Salud Animal (CReSA) de Bellaterra, en la provincia de Barcelona, tenía programados al menos dos ensayos con el virus de la peste porcina africana (PPA) en los mismos días en que se detectó el primer jabalí infectado a escasos cientos de metros de la instalación.

Según la documentación consultada, el primer experimento, previsto para octubre y noviembre, consistía en evaluar un prototipo de vacuna en quince cerdos mediante inyección intramuscular de una cepa modificada genéticamente del virus Georgia/2007/01. El estudio estaba bajo la dirección de Fernando Rodríguez y Jordi Argilaguet, responsables del grupo de PPA del CReSA. El protocolo describía un entorno de bioseguridad de nivel 3 con medidas como duchas obligatorias, doble filtración del aire, descontaminación química de efluentes y eliminación de residuos mediante digestión alcalina o incineración.
Hipótesis de fuga y reacciones institucionales
El 28 de noviembre de 2023 se encontró el primer jabalío infectado a pocos cientos de metros del CReSA, en un área que carecía de doble vallado y que, además, estaba bajo obras desde el 15 de septiembre. Ese mismo día, el Ministerio de Agricultura había presentado la hipótesis de una posible fuga del laboratorio, una semana después de que se descubrieran dos cadáveres de jabalíes con el virus en los alrededores de la instalación.
El análisis genético preliminar del virus de los animales mostró una “muy alta similitud” con la cepa que llegó a Georgia en 2007, presuntamente importada en un barco procedente del sudeste de África y responsable de la actual pandemia europea de la PPA. Dado que la variante encontrada en España no coincide con las cepas naturales conocidas, el Ministerio propuso la teoría de un escape de laboratorio, sin mencionar explícitamente al CReSA.
La organización agraria ASAJA de León, que representa a los ganaderos, advirtió que la Generalitat de Cataluña “nunca reconocerá que el virus escapó de su laboratorio, ya que se enfrentaría a reclamaciones patrimoniales incalculables”. Por su parte, la Generalitat, a la que depende el CReSA, aún no ha emitido una posición oficial.
Un segundo ensayo comenzó en noviembre, bajo la coordinación de la viróloga Yolanda Revilla del Centro de Biología Molecular Severo Ochoa. En este caso, se pretendía probar en veinte cerdos dos prototipos de vacunas basados en una versión atenuada de una cepa aislada en Armenia en 2007. La exposición de los animales al virus virulento se realizó el 3 de diciembre y, según la propia investigadora, los cerdos siguen vivos, lo que descarta, según ella, una relación directa con la aparición del jabalí infectado a finales de noviembre.
El informe de la Comisión también incluye una advertencia sobre la resistencia del virus en el medio ambiente y señala que, aunque la transmisión aérea es poco frecuente, el contacto directo y el canibalismo entre cerdos y jabalíes facilitan su diseminación. Cinco expertos consultados coincidieron en que una fuga de un laboratorio de alta seguridad sería improbable a menos que hubiera una acción deliberada.
En el plano internacional, el Ministerio de Agricultura de Polonia ha planteado la hipótesis de un sabotaje, interno o perpetrado por Rusia, tras encontrar un jabalí infectado con una cuerda atada a la pata en una zona libre de la enfermedad. Casos históricos, como el escape del virus de la fiebre aftosa en el Instituto Pirbright del Reino Unido en 2007, también se citan como precedentes de posibles fallos de contención.
Hasta la fecha, los análisis genéticos realizados en el Centro de Investigación en Salud Animal del INIA (CISA-INIA), laboratorio de referencia de la Unión Europea, no han arrojado resultados concluyentes sobre el origen exacto del brote. Un juzgado de Cerdanyola ha abierto una investigación para determinar la fuente de la infección.

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