Habla la edil de Torremolinos del PSOE acosada: Fui al juzgado porque la situación era insoportable

El pasado 8 de junio, una concejala del PSOE en Torremolinos (Málaga, 70.933 habitantes) decidió presentar una denuncia contra Antonio Navarro, secretario general del partido en la localidad, al que acusa de acosarla sexualmente durante más de cuatro años.

Según la denunciante, los hechos comenzaron a finales de 2021 y se mantuvieron tanto por teléfono como presencialmente en el entorno laboral. Afirmó haber recibido mensajes de tono sexual y solicitantes a cualquier hora, incluso de madrugada, lo que describió como una situación “hostil” y “intimidatoria”. A pesar de haber intentado poner límites y pedir a Navarro que cesara, la conducta empeoró.

Desarrollo de los abusos y la denuncia

La relación laboral entre ambos se remonta a 2019, cuando el PSOE volvió a gobernar el Ayuntamiento tras unas elecciones ajustadas. Hasta septiembre de 2021 la interacción era cordial; a partir de esa fecha, según la concejala, Navarro empezó a cruzar la línea, enviándole repetidos mensajes de contenido sexual y presionándola para conseguir favores íntimos. Entre los mensajes se incluyen expresiones como “¿Qué puedo hacer para reconquistarte?”, “Te quiero” o “Ese escote lo has tenido siempre”, algunos de los cuales fueron enviados fuera del horario de trabajo y en ocasiones acompañados de insinuaciones de vigilancia.

El 9 de septiembre de 2021 se registraron 51 mensajes entre las 19:00 y las 23:00, y la conversación continuó hasta la mañana siguiente. La denunciante señala que Navarro llegó a “montar guardia” frente a su domicilio para intentar verla, lo que le provocó una gran ansiedad.

Ante la falta de respuesta interna del partido, la concejala decidió acudir a la justicia. El 10 de noviembre presentó una denuncia ante la Fiscalía de Violencia contra la Mujer de Málaga, que abrió diligencias. Ese mismo día el PSOE suspendió de forma cautelar la militancia de Navarro y le abrió un expediente disciplinario, aunque mantuvo su cargo de concejal en Torremolinos y su puesto como diputado provincial.

En la documentación entregada a EL PAÍS, la denunciante destaca que su intención al denunciar internamente era “ilustrar el ambiente humillante, degradante, hostil y de presión psicológica insoportable” al que fue sometida. También manifestó su deseo de que otras compañeras que pudieran estar pasando por situaciones similares se animen a denunciar.

El 11 de junio el partido respondió a la denuncia con un acuse de recibo, indicando que se había remitido el caso a la ejecutiva regional y federal para que se adoptaran las medidas oportunas. Posteriormente, el Órgano contra el Acoso del PSOE abrió una comisión para analizar el caso y convocó a una audiencia telemática el 15 de julio, sin que se tomaran decisiones concretas en ese momento.

Frente a la ausencia de medidas y al agravamiento de la situación, la concejala reiteró el 14 de octubre que se sentía “indefensa y vulnerable” y advirtió que, de no recibir una respuesta adecuada, acudiría a la justicia ordinaria para solicitar protección.

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