El jefe de gabinete de Mazón a Pradas durante lo peor de la dana: Salo, de confinar nada por favor. Calma

Durante la devastadora dana que azotó la Comunidad Valenciana el 29 de octubre de 2024, la entonces consellera de Emergencias, Salomé Pras, mantuvo informados al presidente Carlos Mazón y a su equipo sobre la evolución de la catástrofe. Según los mensajes a los que ha tenido acceso EL PAÍS, la ribera dejó 230 muertos, y la cronología de los intercambios de WhatsApp revela que la oficina de Presidencia de la Generalitat disponía de información desde el mediodía del día de los hechos, a diferencia de las distintas versiones que el Consell había ofrecido durante el último año.

El jefe de gabinete y mano derecha del presidente, José Manuel Cuenca, dirigió a Pras durante toda la jornada. A las 16:28, la consejera informó a Cuenca de “un fallecido en Utiel”, media hora antes de que comenzara la reunión del Centro de Coordinación Operativa Integral (Cecopi), órgano encargado de la gestión de la crisis. En la comisión de investigación de la dana del Congreso de los Diputados, Mazón aseguró que no había sido notificado de ninguna víctima hasta las cinco de la tarde del día siguiente, pese a que el mensaje anterior demuestra lo contrario. En ese momento, el presidente se encontraba en el restaurante El Ventorro, en el centro de Valencia, acompañando a la periodista Maribel Vilaplana.
Desarrollo de la gestión de la emergencia
En la noche, a las 19:54, tras el desbordamiento del barranco del Poyo —causa principal de las inundaciones que sepultaron municipios como Catarroja y Paiporta— Cuenca escribió a Pras: “Salo. De confinar na por favor. Calma”. La consejera respondió que “las cosas están muy mal”. Cuenca le recordó que “confinar una provincia es una barbaridad; se puede zonificar por comarcas (Ribera Alta, Hoya de Buñol, Costera, etc.), pero no toda la provincia”.
Pras informó que se enviaría el ES‑Alert, la alerta masiva a móviles: “Vamos a enviar mensaje de precaución a todos”. Cuenca contestó que la comunicación afectaba a toda la población y que se pedía precaución, confinamiento de áreas afectadas y, en algunos municipios, subir a plantas superiores. El primer ES‑Alert se emitió a las 20:11, cuando ya se contabilizaban 155 fallecidos, pero no incluía la recomendación de elevarse a plantas superiores, una omisión que la jueza que instruye la causa ha señalado como error grave.
A las 20:08, Cuenca recordó a Pras que la declaración de un confinamiento requería una orden de alarma, que correspondía a la delegada del Gobierno en la comunidad, Pilar Bernabé. Cuatro minutos después, el Cecopi envió el aviso a móviles: “Alerta de Protección Civil por las fuertes lluvias. Como medida preventiva se debe evitar cualquier tipo de desplazamiento. Estén atentos a futuros avisos”.
Al poco tiempo, Cuenca avisó que Mazón estaba en camino a L’Eliana (“Ya llega el Presi”). Pras le indicó que era posible decretar el confinamiento “por la Ley de Emergencias”, a lo que Cuenca respondió de forma tajante: “Llévate eso del capo, por favor”. Posteriormente, Pras envió un mensaje de audio a las 20:15 en valenciano, detallando tres medidas distintas: evitar desplazamientos por toda la provincia, confinar las comarcas de la Ribera Alta, la Hoya de Buñol, la Horta Sud y la Baja, y dentro de esas áreas solicitar a la población que se eleve a pisos superiores en los municipios más expuestos a ríos y barrancos.
A las 20:19, Pras comunicó que la Confederación Hidrográfica iba a decretar el nivel 3 y que los avisos se limitarían a las comarcas afectadas.
Por otro lado, la jueza de Catarroja citó como testigo a José Miguel Basset, antiguo jefe del Consorcio Provincial de Bomberos, quien reconoció que sus efectivos abandonaron el sitio del barranco del Poyo a las 15:00 horas “porque tenían ganas de comer”. La comparecencia está programada para los días 14 y 19 de enero.

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