Zelenski defiende los ataques en suelo ruso ante los recelos de Washington
En el Día de la Independencia de Ucrania, celebrado el 24 de agosto, el presidente Volodímir Zelenski pronunció un mensaje que dejó al descubierto una tensión creciente entre Kiev y Washington. Según informó el diario The Wall Street Journal, el Pentágono ha prohibido a Ucrania el uso de misiles estadounidenses para atacar territorio ruso durante el año 2025, una medida que, de acuerdo con la evolución del conflicto, ya se había anticipado.
Contexto de la prohibición y los últimos ataques
Durante el otoño de 2024, las Fuerzas Armadas ucranianas emplearon al menos en tres ocasiones misiles de la OTAN contra objetivos militares en suelo ruso. Entre ellos se encontraban los misiles de alcance táctico ATACMS, fabricados por Estados Unidos, y los misiles de crucero británico‑francés Storm Shadow. Las operaciones alcanzaron las provincias fronterizas de Kursk, Briansk y Belgorod, y en el caso de los Storm Shadow, su uso requirió la autorización directa del Pentágono, que suministró las coordenadas de los blancos.
El entonces presidente Joe Biden había aprobado en noviembre de 2024 el empleo de estos sistemas en territorio ruso, pero con la condición de que se limitaran a acciones de contención cercanas a la frontera ucraniana. Esa autorización expiró al término de su mandato y, durante los dos años siguientes, la administración Biden rechazó cualquier solicitud ucraniana que implicara ataques profundos dentro de Rusia, argumentando que tales operaciones podrían escalar el conflicto y afectar los precios internacionales del crudo.
Con la llegada de la administración de Donald Trump, la postura estadounidense cambió. Sin embargo, el secretario de Defensa, Pete Hegseth, sigue siendo quien decide sobre cada posible uso de los ATACMS o Storm Shadow, y, según el Wall Street Journal, en lo que va de 2025 no se ha autorizado ningún nuevo operativo de este tipo.
En su discurso con motivo del Día de la Independencia, Zelenski enfatizó que “no pueden prohibirnos estos ataques porque son de justicia”, y subrayó la necesidad de que Ucrania continúe presionando a Rusia más allá de sus fronteras. El presidente también anunció la puesta en marcha del primer misil de crucero ucraniano, el “Flamingo”, con un alcance estimado de 3.000 kilómetros, lo que, según Kiev, reduce la dependencia de armas estadounidenses.
El presidente Zelenski recordó varias acciones recientes de sus fuerzas: la incursión de 2024 en la provincia rusa de Kursk, los bombardeos casi diarios contra refinerías y centros de distribución de petróleo rusos, y la operación “Tela de Araña”, que el 1 de junio introdujo alrededor de un centenar de drones pequeños, ocultos en contenedores, para atacar aeródromos enemigos a miles de kilómetros de distancia.
La operación “Tela de Araña” generó críticas por parte del equipo de Trump, que la consideró una escalada innecesaria en un momento en que el presidente estadounidense mantuvo abiertas las líneas de comunicación con Vladimir Putin para explorar una posible conclusión del conflicto.
Otra serie de incidentes involucró al oleoducto ruso “Druzhba”, que transporta petróleo a Hungría y Eslovaquia. Drones ucranianos dañaron varios tramos de la tubería, lo que provocó una carta de protesta del primer ministro húngaro, Viktor Orbán, dirigida a Trump. El presidente respondió con un mensaje breve a los medios húngaros, indicando su descontento y pidiendo que la cuestión se tratara también con Eslovaquia.
En la madrugada del 24 de agosto, San Petersburgo fue testigo del paso de drones bomba ucranianos que obligaron al cierre del espacio aéreo y a la cancelación de decenas de vuelos. Uno de los objetivos principales fue una terminal de gas natural en el puerto de Ust‑Luga, en el mar Báltico, una acción que, según Kiev, forma parte de una estrategia para afectar el transporte ruso durante el periodo vacacional de verano.
Trump, en julio, había preguntado a Zelenski por qué Ucrania no ejercía una presión mayor sobre Moscú y San Petersburgo. La Casa Blanca aclaró que la pregunta había sido interpretada como un estímulo a ataques directos contra las dos grandes ciudades rusas; Zelenski respondió que sí podrían hacerlo si Estados Unidos les suministraba las armas necesarias, aunque el desarrollo del misil “Flamingo” podría eliminar esa dependencia.
Durante su breve mandato, Trump se caracterizó por buscar una relación más conciliadora con Putin y por criticar la postura de Zelenski, aunque también mostró cambios repentinos en su discurso. El 21 de agosto, en redes sociales, acusó a Biden de haber limitado la ayuda a Ucrania a la mera defensa, sin proporcionar capacidad ofensiva: “Es muy difícil, si no imposible, ganar una guerra sin poder atacar al invasor”.
Aunque la asistencia estadounidense bajo Biden y la OTAN se centró en la defensa, la política de Trump ha restringido el suministro de armamento a Kiev. Actualmente, la ayuda militar que Estados Unidos está dispuesto a proporcionar parece estar condicionada a la coordinación con los aliados europeos de la Alianza Atlántica.
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